ENDOFRIBROSIS DE LA ARTERIA ILIACA EXTERNA. ENFERMEDAD DEL CICLISTA
La Endofibrosis de la Arteria iliaca, también llamada enfermedad del ciclista, es una patología poco frecuente que se da sobre todo en deportistas de élite, y generalmente asociados a la práctica del ciclismo y en menor medida maratón. Muchos ciclistas profesionales han padecido endofibrosis, necesitando una cirugía para liberar la arteria y continuar con la competición. Fabio Aru, Javier Mauleón, Sam Oomen, Antoine Duchasne o la campeona del mundo Ferrand-Pevot, son unos de los muchos ejemplos de ciclistas del World Tour que han padecido esta dolencia. Sin embargo, no sólo se queda en el pelotón profesional, ya que el aumento de los aficionados al ciclismo de carretera o triatlón con entrenamientos de alto nivel, hace que veamos cada vez más la presencia de esta entidad, no solo en profesionales si no en deportistas amateurs.
La endofibrosis se produce por un estrechamiento de la arteria iliaca externa a nivel de la ingle, debido a la flexión forzada de la arteria que se produce en la postura de ciclismo, lo que genera turbulencias en el paso de la sangre y el daño en el interior del vaso hasta producir la oclusión total de la arteria iliaca. Aunque el mecanismo de producción no es del todo conocido, si se sabe que afecta más al lado izquierdo, y que el riesgo de padecerla se asocia a la mayor intensidad del entrenamiento.
En las fases iniciales aparece una sensación de adormecimiento en el muslo y pierna, llegando a sentir una sensación de “pierna muerta” con el esfuerzo más intenso. El dolor y la sensación de adormecimiento cede en el momento que disminuimos la intensidad del ejercicio, lo que hace que en muchas ocasiones, se confunda como dolores musculares o ciáticas, y se demore el diagnóstico de esta patología.
El diagnostico debe comenzar con el adecuado estudio y orientación de los ciclistas ante la aparición de adormecimiento o dolor intenso de la extremidad con el ejercicio. Acudir a un especialista en Angiologia y Cirugia vascular nos permitirá realizar un estudio hemodinámico ECO Doppler en el que podremos ver las alteraciones del flujo tras el esfuerzo. Pruebas mediante Tomografia (escáner) o Resonancia nos permitirán confirmar el diagnostico, en el que veremos la obstrucción de la arteria enferma. En ocasiones excepcionales puede ser necesaria la realizacion de una arteriografía o un estudio endoluminal mediante IVUS.
Tratamiento. La endofibrosis de la arteria iliaca externa debe ser tratada mediante cirugía abierta no siendo recomendables en la actualidad los tratamientos endovasculares. La cirugía consiste en limpiar la fibrosis interna que presenta la arteria, y el cierre con un parche de vena propia, restableciendo el flujo a la arteria dañada.
El ingreso dura varios días, y se suele reiniciar el ejercicio moderado al mes, y el ciclismo a los 2 o tres meses del la cirugía.
Secuencia de imágenes intraoperatorias del Dr Arranz. De izquierda a derecha, apertura de arteria iliaca externa con endofibrosis y ocupación total del vaso. Apertura de arteria y limpieza del interio del vaso. Cierre con un parche de vena propia.